Francisco Iglesias, Pte. CSIF Almería
En los últimos años estamos viendo constantes críticas a “los sindicatos” al considerarlos como instituciones que reciben millonarias subvenciones, cuentan con pocos afiliados , no escuchan a los trabajadores a los que representan y se han convertidos en auténticas estructuras administrativo-sindicales; éstos son algunos de los argumentos que se utilizan. Pero , hoy en día, ya es una realidad, que hay otra clase de sindicatos que se alejan mucho de estos parámetros.
El movimiento sindical español tuvo una importante actividad en la lucha por la democracia en nuestro país, donde los dos sindicatos de clase, UGT y CC.OO, lideraron en muchas empresas la lucha obrera, reivindicando mejoras y mayor participación de los obreros en la gestión empresarial. Eso que sirvió en una determinada época, se perpetuó en el tiempo en sindicatos con una determinada ideología política de izquierdas, y con un aparente enfrentamiento a todos los empresarios.
Apoyados económicamente por todos los partidos políticos, gobernantes en nuestro país (UCD, PSOE y PP) han creado verdaderas estructuras o empresas sindicales con un importante número de liberados sindicales y muchos más trabajadores contratados que necesitan millones de euros para su funcionamiento y que, por supuesto, no pueden subsistir con las cuotas de los escasos afiliados.
Al tiempo cada vez más trabajadores eligen otras opciones sindicales, profesionales e independientes, lo que hace que cada vez tengan menos afiliados ( en los dos últimos años han perdido más de doscientos mil afiliados) los llamados “sindicatos de clase” por lo que necesitan de más subvenciones para mantener sus macroestructuras.
La necesidad de estas subvenciones hacen que su independencia se vea cada vez más en entredicho y su capacidad de defensa de los trabajadores se vea cada vez más mermada. Esta situación , unida a la “amistad” ideológica de izquierdas con el partido que nos gobierna en la actualidad ( no en vano el actual ministro de Trabajo era hasta días antes activo sindicalista de clase) han hecho que la valoración de “los sindicatos” haya caído hasta mínimos históricos considerándolos más como un problema que como una solución.
Bajo las críticas o alabanzas a “los sindicatos “ siempre se refieren a los sindicatos de siempre , a los de clase, a UGT y CC,OO y muy pocos conocen o prefieren obviar que hay otros sindicatos modestos, que son independientes , que subsisten con las cuotas de sus afiliados y que representan a millones de trabajadores en este país, pero que por aplicación de una ley restrictiva del año 85 ( la 11/85) no tienen el derecho a poder opinar sobre temas generales, pudiendo sólo opinar en empresas o administraciones donde sí hayan obtenido representación.
CSIF , junto con CGT, USO, ANPE, SAT etc es uno de esos sindicatos que las estadísticas colocan en “otros” pero que actualmente ya representan a más del 24% de los trabajadores de este país frente al 38% de CCOO y al 36% de UGT pero sin que ninguno de ellos supere por sí solo el 10% que la ley 11/85 exige para poder opinar o tener en cuenta a la hora de abordar una reforma laboral o el futuro de la s pensiones.
En el actual periodo de concentración de elecciones sindicales que se vienen celebrando desde septiembre de 2010 hasta septiembre de 2011 se está poniendo de manifiesto el gran crecimiento que están experimentando opciones sindicales independientes con verdaderos vuelcos electorales como los ocurridos en la enseñanza pública donde los más de 100.000 docentes andaluces han mostrado su apoyo mayoritariamente a CSIF que ha subido su representación un 100% convirtiéndose en el primer sindicato en detrimento de CCOO, el cual cayó a la segunda posición a una distancia considerable.
Lo mismo ha ocurrido en Sanidad donde los más de 180.000 sanitarios andaluces han apoyado de forma mayoritaria a SATSE y pusieron a CSIF en segunda posición muy cerca de los primeros, con una subida de más del 50% en detrimento de los “ sindicatos de clase”.
El camino no es fácil, ya que es complicado explicar un modelo sindical independiente con menos recursos y menos seguimiento mediático frente a los sindicatos de clase que acaban de recibir en el Boja de 12 de enero subvenciones cada uno de ellos de más de 33 millones de euros. Pero el trabajo incansable de muchos sindicalistas convencidos tanto de CSIF como de otros sindicatos está calando cada vez más en los trabajadores y son cada vez más los que eligen a otra clase de sindicatos frente a los viejos sindicatos de clase.
http://noticiasdealmeria.com/noticia/53670/OPINI%C3%93N/hora-otra-clase-sindicatos.html
En los últimos años estamos viendo constantes críticas a “los sindicatos” al considerarlos como instituciones que reciben millonarias subvenciones, cuentan con pocos afiliados , no escuchan a los trabajadores a los que representan y se han convertidos en auténticas estructuras administrativo-sindicales; éstos son algunos de los argumentos que se utilizan. Pero , hoy en día, ya es una realidad, que hay otra clase de sindicatos que se alejan mucho de estos parámetros.
El movimiento sindical español tuvo una importante actividad en la lucha por la democracia en nuestro país, donde los dos sindicatos de clase, UGT y CC.OO, lideraron en muchas empresas la lucha obrera, reivindicando mejoras y mayor participación de los obreros en la gestión empresarial. Eso que sirvió en una determinada época, se perpetuó en el tiempo en sindicatos con una determinada ideología política de izquierdas, y con un aparente enfrentamiento a todos los empresarios.
Apoyados económicamente por todos los partidos políticos, gobernantes en nuestro país (UCD, PSOE y PP) han creado verdaderas estructuras o empresas sindicales con un importante número de liberados sindicales y muchos más trabajadores contratados que necesitan millones de euros para su funcionamiento y que, por supuesto, no pueden subsistir con las cuotas de los escasos afiliados.
Al tiempo cada vez más trabajadores eligen otras opciones sindicales, profesionales e independientes, lo que hace que cada vez tengan menos afiliados ( en los dos últimos años han perdido más de doscientos mil afiliados) los llamados “sindicatos de clase” por lo que necesitan de más subvenciones para mantener sus macroestructuras.
La necesidad de estas subvenciones hacen que su independencia se vea cada vez más en entredicho y su capacidad de defensa de los trabajadores se vea cada vez más mermada. Esta situación , unida a la “amistad” ideológica de izquierdas con el partido que nos gobierna en la actualidad ( no en vano el actual ministro de Trabajo era hasta días antes activo sindicalista de clase) han hecho que la valoración de “los sindicatos” haya caído hasta mínimos históricos considerándolos más como un problema que como una solución.
Bajo las críticas o alabanzas a “los sindicatos “ siempre se refieren a los sindicatos de siempre , a los de clase, a UGT y CC,OO y muy pocos conocen o prefieren obviar que hay otros sindicatos modestos, que son independientes , que subsisten con las cuotas de sus afiliados y que representan a millones de trabajadores en este país, pero que por aplicación de una ley restrictiva del año 85 ( la 11/85) no tienen el derecho a poder opinar sobre temas generales, pudiendo sólo opinar en empresas o administraciones donde sí hayan obtenido representación.
CSIF , junto con CGT, USO, ANPE, SAT etc es uno de esos sindicatos que las estadísticas colocan en “otros” pero que actualmente ya representan a más del 24% de los trabajadores de este país frente al 38% de CCOO y al 36% de UGT pero sin que ninguno de ellos supere por sí solo el 10% que la ley 11/85 exige para poder opinar o tener en cuenta a la hora de abordar una reforma laboral o el futuro de la s pensiones.
En el actual periodo de concentración de elecciones sindicales que se vienen celebrando desde septiembre de 2010 hasta septiembre de 2011 se está poniendo de manifiesto el gran crecimiento que están experimentando opciones sindicales independientes con verdaderos vuelcos electorales como los ocurridos en la enseñanza pública donde los más de 100.000 docentes andaluces han mostrado su apoyo mayoritariamente a CSIF que ha subido su representación un 100% convirtiéndose en el primer sindicato en detrimento de CCOO, el cual cayó a la segunda posición a una distancia considerable.
Lo mismo ha ocurrido en Sanidad donde los más de 180.000 sanitarios andaluces han apoyado de forma mayoritaria a SATSE y pusieron a CSIF en segunda posición muy cerca de los primeros, con una subida de más del 50% en detrimento de los “ sindicatos de clase”.
El camino no es fácil, ya que es complicado explicar un modelo sindical independiente con menos recursos y menos seguimiento mediático frente a los sindicatos de clase que acaban de recibir en el Boja de 12 de enero subvenciones cada uno de ellos de más de 33 millones de euros. Pero el trabajo incansable de muchos sindicalistas convencidos tanto de CSIF como de otros sindicatos está calando cada vez más en los trabajadores y son cada vez más los que eligen a otra clase de sindicatos frente a los viejos sindicatos de clase.
http://noticiasdealmeria.com/noticia/53670/OPINI%C3%93N/hora-otra-clase-sindicatos.html
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